Amics i amigues

viernes, 28 de mayo de 2010

Isiltasun, Silencio, Silenci

Victor Bassols, Blanes, cicloturismo, fotografia, corazón, infarto.
Foto: Parc de Sa Riera, Tossa de Mar, Mayo 2010.
.
Es doloroso asistir al lamentable espectáculo que nos está ofreciendo el conformismo, a la destrución del sentido crítico, incluso dentro del contexto de la más absoluta necesidad, a la sensación de desorientación reinante en todos los rincones de nuestra sociedad, a la agonia del individuo que sobrevive y a su resistencia frente a la apoteosis urbana.
.
Ruido, tremendo ruido que nos invade, que nos invita a su revolución, que nos da falsas esperanzas de falsos profetas, que nos augura luchas y nos promete paraisos. El ruido desplaza, pero no consigue mover nada, el ruido silencia la palabra y el pensamiento. Es ridículo esperar una planificación de nuestra vida interior, de la meditación, el ruido no nos puede decir donde y cuando hay que pensar, tan solo puede tratar de influir en nuestro pensamiento.

Foto: Terra negra, Tossa de Mar, Mayo 2010.
.
Solo en completo silencio se empieza a escuchar, tiene sentido en si mismo, es la via de acceso a otros pensamientos y a otras reflexiones. El silencio se requiere como único camino para encontrarse a uno mismo y para descubrir el entrorno, sin embargo nos da miedo, tememos al silencio porque nos cuestiona, todo lo ordena y aporta rebeldia hacia uno mismo.
.
La palabra y el pensamiento requieren silencio, mientras más ruido sufrimos menos voz tenemos, hay que cultivar el silencio, ello requiere trabajo y esfuerzo, requiere conseguir esa actitud de acompañamiento que nos proporciona el silencio.
.
El silencio siempre está presente, aunqué sea notando su ausencia y nos facilite la palabra, solo cuando el lenguaje se detenga conseguiremos empezar a ver.
.
Texto dedicado a dirigentes incapaces de vislumbrar que el pudor genera silencio.

domingo, 23 de mayo de 2010

Aigua viva

Victor Bassols, Blanes, cicloturismo, fotografia, corazón, infarto.
Foto: Parc de Sa Riera, Tossa de Mar, Mayo 2010.
.
El rio susurra dulcemente el lenguaje de la vida, dotando de fuerza y poder las riveras bañadas por sus aguas, una melodia suave que llama a viajeros y gentes a saciar su sed sin exigir nada a cambio, tan solo espera recibir un poco de respeto y dignidad en su fluir.

La historia del rio es la historia de las civilizaciones que han pasado por él, viendose modificado docilmente según los designios de sus pobladores, tanta belleza a veces convulsa, hoy ya no coexiste con la tolerancia.

Aquí nace todo lo que somos y lo que fuimos, la singular forma de nuestro ser, la razón y el pensamiento que nos obliga a correr sin cesar buscando nuestro destino, eligiendo cursos que nos inducen a cometer más errores de los que podremos volver a repetir. Desconocemos el curso, nos da miedo detenernos, dejar de fluir y quedar encharcados sin fuerza para poder seguir, nos da miedo parar a meditar y elegir la senda adecuada, nunca la fé sino la razón debe ser lo más poderoso del ser humano.

El agua carece de puntales y su principal cualidad es la magnitud de su libertad, sin mostrar sufrimiento por la estrechez de su jaula, nos ha enseñado a descubrir el mundo exterior, pero no hemos escuchado su voz explorando el interior.

Foto: Parc de Sa Riera, Tossa de Mar, Mayo 2010.

Fluir en la vida es encontrar la ruta más lógica, la más sencilla mediante la cual debemos recorrer nuestro camino, es conseguir encontrar la pendiente adecuada, la que nos permita transcurrir mansamente, la que nos lleva desde la juventud y la fuerza de las cumbres hasta el mar, cuna de la experiencia y principio de todas las cosas.

El circulo se cierra en un bucle constante, lógico, predecible, pero único e irrepetible para cada uno de nosotros. Nuestro es el destino y nuestro es el compromiso necesario para conseguir la armonia, el equilibrio vital.
.
Texto dedicado a aquellas personas que luchan por conseguir progresar por su propio cauce, nutriendo con sabiduria y esperanza sus riveras.

domingo, 16 de mayo de 2010

L'únic constant és el canvi

Victor Bassols, Blanes, cicloturismo, fotografia, corazón, infarto.
Foto: Primeras luces en Tossa de Mar, Mayo 2010

Las paletas vacias vuelven a llenarse de color después del gris invierno, el olor a mar impregna la mañana compensando el esfuerzo realizado tratando de llegar puntual a mi cita con las primeras luces. Todo sigue silencioso, ajeno a la borajine de los primeros fines de semana de buen tiempo que se avecinan. Mi espacio va a verse invadido por gentes que buscan sus respuestas, mi burbuja está a punto de ser desplazada por otras que luchan por entender un mundo que tal vez no desee ser entendido. Llega el tiempo de crear lazos y forjar amistades, pocos tesoros son tan valiosos como los bienes que brotan de la verdadera amistad, es entonces, cuando aparece la desagradable cara de la soledad, una soledad que en el conjunto de los individuos es incapaz de esconder su verdadera realidad, una soledad que se nutre de las soledades que sufrimos cada uno de nosotros.

La espiritualidad es un camino que se recorre a partir de una gran sensación de vacio provocada por la perdida de lo que poseemos, los pequeños detalles y las cosas verdaderamente importantes, el exito, la razón, el entorno, la salud... No es un camino voluntario, es un camino obligatorio y forzoso, nos sentimos atraidos inexorablemente a buscar espacios que nos lleven a lo mas profundo de nuestro ser, lugares donde solo unos pocos privilegiados consiguen llegar, espacios donde el espiritu y la belleza de nuestros paisajes nace de lo mas profundo de nuestros corazones.

Foto: Camino de ronda, Fenals, Mayo 2010.

Existe un lugar distinto a cualquier otro, un lugar en el que ya no hace falta encender hogueras para convencer al sol que no se extinga para siempre, un lugar que está en cualquier parte, un lugar que la bicicleta me ha mostrado al devolverme la capacidad de maravillarme ante lo cotidiano, una visión de la vida que experimentamos de niños y que desaparece con la edad.

Realmente somos unos analfabetos emocionales, capaces de dar importancia a cuestiones vanales y elevarlas a la categoria de trascendentes, creemos tener respuesta para aquellas cosas que nos rodean sin embargo somos incapaces de resolver nuestros propios conflictos y aplazar nuestras decisiones ante el temor a lo desconocido, siempre es más complicada la decisión de hacerlo, una vez lo has hecho te das cuenta que las cosas son mucho más sencillas de lo que aparentan.

.

Texto dedicado al silencio interior, a aquellas personas cuya importancia no se mide por el ruido que hacen al caer, sino por la fuerza que emplean al levantarse.

domingo, 9 de mayo de 2010

El temps que ens pertany

Victor Bassols, Blanes, cicloturismo, fotografia, corazón, infarto.
Foto: Masia entre Tordera y Hostalric, Mayo 2010.

La mañana empieza con infinita ingenuidad, limpia, clara y fresca, el olor a tierra mojada y hierba tierna impregna los sentidos y se ofrece sin pedir nada a cambio a todo aquel dispuesto a acercarse a ella, la primavera muestra en todo su esplendor el maravilloso regalo de la vida, aunque este año con retraso, las heridas ocasionadas a lo largo de los tiempos parecen estar haciendo mella en sus pautas, o tal vez sea nuestra impaciencia la que trate de modificar de nuevo su sabiduria.

El tiempo no es mas que un invento del ser humano, tratamos de aplicarlo sin respeto sobre todas aquellas cosas que nos rodean, imponemos sin piedad nuestra cadencia incluso a la naturaleza, todo debe girar según un plan diseñado con el único fin de pautar una existencia tiranizada por sus ritmos y que nos hace cada vez mas esclavos.

Me dejo llevar por el instinto y decido salir de la ruta que tenia prevista adentrandome en el bosque con la intención de sentir, de saborear, de empaparme de todo lo que me rodea, de buscar en sus entrañas el sentido a tanta generosidad.

Al llegar a un claro distingo entre el follage unas lápidas que me llaman la atención, absorto por la belleza que me rodea a punto estoy de pasar de largo, pero la curiosidad puede conmigo, me apeo de la bicicleta y me acerco a ellas, a mi derecha hay una, justo delante mio distingo tres más y otras tres o cuatro a mi izquierda. En la distancia consigo ver un nombre gravado en la roca y una breve leyenda que me obliga a acercarme aún más y arrodillarme para retirar las ramas secas que me impiden su lectura, "vivió doce años". Me levanto un tanto sobresaltado y me alejo cuatro o cinco pasos quedando justo enfrente de la que tenia a mi derecha, otro nombre y otra leyenda,"vivió siete años", y así todas, una tras otra, "vivió nueve años", "vivió tres años"...

La tristeza se apodera de mi, decido coger la bicicleta y alejarme de allí lo mas rapidamente posible, doy un pequeño trago de agua y prosigo mi marcha. Al poco me encuentro con un anciano sentado sobre un tronco caido, detengo mi marcha frente a él, "¿que quieres buscador?", me dice con voz dulce pero castigada por el tiempo.

"No entiendo tanta desgracia, mas abajo he visto un viejo cementerio donde el mayor de los enterrados allí habia vivido quince años"

El anciano me miró complaciente esbozando una leve sonrrisa, " No sufras buscador, en este pueblo al nacer nos regalan una pequeña libreta, una libreta forrada de piel con una cinta de seda que nos atan al cuello, en ella tenemos que apuntar los momentos felices que pasamos en esta vida, el aniversario, las caricias de la madre, el primer beso, los momentos pasados con los seres queridos, las risas...todos apuntan sus momentos verdaderamante importantes y que les hacen felices, luego al morir, leemos las anotaciones y en las lapidas inscribimos el tiempo que han sido realmente felices".
.
Texto dedicado a todas aquellas personas dispuestas a encontrar su tiempo, a vivir según su propio ritmo y a encontrar en cualquier instante un poco de felicidad. Adaptación a mi reflexión de un cuento escuchado de viva voz al poeta Jorge Bucay.
Free counter and web stats