Amics i amigues

martes, 28 de septiembre de 2010

Lligams

Victor Bassols, Blanes, cicloturismo, fotografia, corazón, infarto.
Foto: Cap d'amarre, port de Blanes, Blanes, septembre 2010.
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Algunas vidas forman un círculo perfecto, predecible y feliz, tratan de anclar sus ideas a otras simétricas, capaces de desarrollar raices robustas, amarradas a sólida forja y protegidas de vaivenes y tormentas. Vidas confortables, carentes de sobresaltos propios pero susceptibles a la influencia del mundo que les ha tocado descubrir. La razón y la coherencia forman parte de su verdad.
Foto: Reflexe baixell amb medussa, port de Blanes, Blanes, septembre 2010.
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Otras por el contrario van evolucionando en formas que no podemos predecir, ni siempre comprender, son vidas inquietas, complejas y capaces de lo mejor y lo peor, sueños que adquieren consistencia, reflejos que buscan su propio lugar.
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La edad me proporciona la sensación de fusión con otras mentes, me permite interactuar con otras y llegar a comprender aquellas que antaño creia indefendibles, pero a la vez me doy cuenta que carezco de dicha virtud, es entonces cuando aparecen mis frustraciones, ya que soy capaz de demostrar lo contrario que siempre he defendido y dejo de creer en el futuro, futuro que se va diluyendo en el presente que irremediablemente tiende al recuerdo, al ser la puerta de acceso al pasado, acercando de nuevo los sueños a las amarras firmes y seguras, a las raices sólidas y a un círculo que soy incapaz de realizar.
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Texto dedicado a mis dudas y frustraciones

sábado, 11 de septiembre de 2010

Els meus espais

Victor Bassols, Blanes, cicloturismo, fotografia, corazón, infarto.
Foto: Primeres tempestes després de l'estiu, Sa Palomera, Blanes, setembre 2010.

Voy recuperando mis espacios lentamente, con la fuga del verano todo parece querer recobrar su normalidad perdida, llamandome a ellos en paz y sosiego, deseoso por recobrar nuevamente el equilibrio perfecto que nos proporciona la lejania de una sociedad que vive acelerada, infectada por el virus de la prisa y que acaba por contagiarnos a todos. El uso del tiempo va estrechamente ligado a la ambición desmesurada, a la más noble supervivencia que nos proporciona la virtiud de la rapidez, pero que a su vez engendra el vicio de la prisa.

Llega la hora de la alternativa, de practicar nuevamente el arte de lo lento, de realizar las cosas a la velocidad más adecuada, de buscar aquello que merece lentitud y volver a vivir según su ritmo correcto. Llega la hora de pasear, de tomar nuevamente la bicicleta y saborear el entorno, llega el momento de detenerse, porque solo así podemos ser capaces de darnos cuenta que el mundo se mueve, es hora de alejarse hacia el interior, de vivir el tiempo de la vida sin interrogarnos demasiado ni tratar de volver a descubrinos a nosotros mismos, es hora de conocer y saborear a los demás.

Foto: Colors, fons marí a la Punta de Santa Anna, Blanes, finals d'agost 2010.

El tiempo tiene la capacidad de curarlo todo, no solo desde la prespectiva moral e intelectual, sino también desde la física, por eso me siento obligado a ganar tiempo y eso requiere un cambio de ritmo que me lleve a saborear la vida viviendo despacio, los placeres son mejores cuando se toman poco a poco, las cosechas son mejores depués de reposar los campos.

El uso razonable del tiempo es una cuestión de organización, cada uno de nosotros tenemos nuestro propio sentido del tiempo, seria absurdo tratar de adaptar nuestro ritmo al de los demás, eso tan solo nos provocaria estrés, cada individuo posee su propio ritmo, cada civilización su cadencia, el tiempo es un criterio subjetivo capaz de proporcionarnos felicidad, paz y libertad, el mayor de los tesoros al que podemos aspirar.

Texto dedicado a todas aquellas personas que buscan su propio ritmo.
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